Vistas de página en total

viernes, 5 de octubre de 2012

La vida son dos días y uno está lloviendo.

Me he dado cuenta de que no vale estar mal por alguien que no se lo merece, que hay que aprovechar al máximo los días con las personas que te quieren o las cosas que verdaderamente te hacen feliz porque no sabes el tiempo que vas a permanecer en ese lugar por cuestión de trabajo o por la vida en general. Que no hay que rallarse por algo que ocurrió, que si ocurrió fue por algo, que tampoco te tienes que pararte a pensar lo que puede pasar dentro de un tiempo; si no que tienes que disfrutar de ese momento, del presente, de hacer lo que creas conveniente, para recordar ese instante por lo maravilloso que fue durante el resto de tus días.

Y, ¿todo lo que fuimos dónde quedó?

¿Dónde quedó todo aquello que 'fuimos'?
Me encantaría saberlo, pero hay veces que nos hacemos preguntas y estas no pueden ser contestadas por muchas vueltas que les des e intentes buscar el mínimo sentido de por qué ocurre. Y es que a veces, cuándo te has acostumbrado a algo todo cambia en cuestión de segundos, no te da tiempo a asimilarlo y a buscar razones, no te queda otra que aceptarlo sin saber el porqué.