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domingo, 9 de diciembre de 2012

Desilusión tras otra.

Esto era el comienzo de una 'historia' que acabó, que nunca va a volver, que la hemos echado a perder los dos, tanto tú como yo. ¿Por qué? Ni yo misma lo sé, a veces los impulsos nos hacen dejar llevarnos por decisiones instantáneas que no sabemos si queremos del todo o no, lo único que sé es que aquello que iba a empezar ha acabado y no ha acabado bien, no nos ha dejado hablar las cosas pero si de una forma hemos dejado las cosas claras, y tan claras que estamos cumpliendo lo que una vez concluimos; terminar con todo esto, se acabó el pasarlo mal. Pero dime, ¿acaso tú no lo estas pasando mal? ¿has conseguido olvidarme? ¿no te preguntas si aun sigo pensando en ti, si estoy bien, si me hablan otros chicos? Parece que no, o eso es lo que aparentas, al igual que yo, o al menos delante tuya porque las personas que verdaderamente viven conmigo, es decir, con las que habitualmente estoy en mi día a día saben que no, que no estoy bien, que intento aparentar estar bien, que no me importa nada y que la decisión que un día tomaste no ha causado absolutamente nada en mi. Mentiría si te digo que ya no siento nada por ti, que no hay ningún momento en el día en el que derrame una simple lagrima recordando aquellas conversaciones que teníamos en las que pronunciabas lo importante que era para ti, lo que me querías, en las que me repetías que era la mejor y que con cada momento que pasaba tenías más ganas de estar conmigo, momentos que se han convertido con el tiempo en recuerdos, momentos que en su día me hacían la persona más feliz y que ahora son los culpables de estar así. ¿Cómo cambian las cosas, verdad? Bueno, a quien se lo voy a contar, ¿en verdad que es lo que soy? Una simple adolescente amargada que llora y está decepcionada por un 'pequeño amor', sí, es simple, sólo soy eso, creo que todo el mundo ha pasado por eso o si no, ha tenido una experiencia muy parecida, así que no hace falta que especifique como me siento en estos momentos, como es mi estado de ánimo desde unos días o semanas atrás que por una parte quiero cambiar, pero por otra no, llamadme gilipollas si os digo que me gusta sufrir, que me gusta que me duela porque eso significa que aun me sigue importando,que todavía mantengo aquellos recuerdos que en un momento causaron esa sonrisa de idiota pronunciada en mi cara, esa sonrisa que solo era cambiada cuando me faltabas, pero... ¿sabes lo que más me duele de todo esto? Que sé que todavía sigues sintiendo algo por mi, y yo por ti, y en vez de intentarlo estamos desperdiciando este tiempo en no hablarnos, en 'olvidarnos' por llamarlo de alguna manera, cosa que dudo que hagamos, porque nadie es capaz de olvidarse de una persona que por un tiempo fue perfecta de la noche a la mañana, lo que llamamos por 'olvidar' nosotros es intentar aprender a vivir sin esa persona con el tiempo, porque olvidar a una persona no es dejarla de querer, porque por mucho que te empeñes siempre queda algo. Y dime ahora, ¿verdaderamente piensas que no siento nada por ti?

No vale la pena.

Querer a alguien que ni si quiera piensa en ti, que ni si quiera te quiere, no creo que sea una perdida de tiempo, pero sufrir por ello, eso si considero que lo sea, no hay que sufrir por ese tipo de personas, lo mejor que se podría hacer en esa situación, es empezar a asimilar que te puedes olvidar de esa persona, que no siempre vas a tener que estar sufriendo, que esa persona dejará de significar algo para ti, algún día, eso sucederá y así, dejarás de sufrir, pero primero, hay que confiar en que le olvidarás, y a partir de ahí, empezar a dejar de sufrir por una persona que no se lo merece, porque ni si quiera le importas, eso es lo que hay que hacer, sufrir por alguien que no te merece, no vale la pena, y nunca lo valdrá.
Sí, me lo habré repetido mil veces pero da igual, dicen que para conseguir algo que tú quieres tienes que confiar en ti misma, eso es la primera lección y el mejor consejo que te pueden dar para este tipo de cosas, confía en ti misma y no dejes que nadie te borre tu sonrisa.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Libertad.


¿Somos completamente libres? Yo creo que no, nunca lo hemos sido y nunca lo seremos, algo siempre nos tiene atados. Siempre. Todo ser humano está atado por algo o por alguien, nadie tiene la suficiente libertad para hacer lo que quiera en cada momento, sin pensar en el que dirán, porque “el qué dirán”,  te echa para atrás la mayoría de las veces. No te deja ser del todo libre. Y aunque quieras, no puedes, y aunque digas que no, que no te importa, te importa y intentas que no te importe, y consigues que por una vez, sólo una vez, lo consigas. Hasta que un día, explotas. Y desde ahí, volverás a caer en lo mismo, hasta que vuelvas otra vez a creer en ti, para que no te vuelva a importar.  Y ese día en el que lo consigues, te sientes orgullosa de ti misma. Esa poca libertad que tenías la has aumentado, y sólo por creer en ti, por creer que podías hacer una cosa y la has conseguido, porque ningún obstáculo te tiene que impedir nada para tener tu libertad. Porque es tuya, y haces lo que quieres con ella. Nadie te tiene que impedir hacer lo que quieras hacer o al revés. Es tu vida, y en ella, decides tú. Que para algo que es tuyo, decides tú. Y cada uno es libre de pensar lo que quiera. Porque la otra persona es libre de pensar lo que quiera de ti, sí, pero con un mínimo de educación y respeto. Como yo también puedo pensarlo. Cada uno somos libres de hablar como queramos, de llevar un tipo de peinado, de vestir de una forma u otra, que no por llevar un peinado o una ropa te digan “Eso lo llevas por moda, en realidad no te gusta” Si lo levas será porque te gusta, ¿no? No porque esté de moda, que puede estar de moda, sí, pero te puede gustar. En eso podemos ser libres al 100% y eso nadie nos lo puede quitar. NADIE. Y otra cosa por la que no podemos ser absolutamente libres son los recuerdos. El pasado. Nos tiene atados, demasiado atados, y no nos deja avanzar, no nos deja ser del todo libres. Porque el pasado nunca se puede olvidar, por los recuerdos que recordamos siempre, porque un recuerdo nunca se puede borrar de tu mente, aunque quieras, porque aunque sea bueno o malo, está ahí y forma parte de tu presente, ese presente en el que queremos ser libres, pero para ello, primero hay que admitir nuestro pasado, nuestro feliz o amargo pasado. Sea como sea, es pasado, y hay que dejarlo atrás. Hay que pasar página, o directamente, cambiar de libro.
Y tu libertad, depende en cada momento de ti. 

Amistad.


La amistad. ¿Qué que es la amistad para mí? Para mí la amistad lo es todo. Absolutamente todo. Lo es todo por el simple hecho de que teniendo una buena amistad con determinadas personas, puedes ser feliz. Sí, feliz. La felicidad también puede entrar en el tema de la amistad, porque con ella, lo puedes ser, no sólo tienes que ser feliz por tener una pareja, también puedes ser feliz por tener una amistad. No hace falta que tengas una buena familia, o un buen trabajo, tienes que tener unos buenos amigos. Que estén ahí para todo, para lo bueno y no tan bueno. Sí, digo “No tan bueno” porque no creo que haya nada malo en esta vida, lo que hay son cosas que no nos gustan o que nos gustan. Para tener unos buenos amigos tú también debes de ser un buen amigo, y hacer las cosas que verdaderamente  te gustarían que te hicieran, que si a ti te gusta que te ayuden en todo lo posible, en que cuando no estás tan bien sepan apreciarte, tú también debes hacerlo. A la larga, esos pequeños detalles, se cuentan. Hay muchas clases de amistades, las que saben todo de ti y a pesar de ello, siguen contigo, las que han estado toda la vida contigo, la que han estado cada momento a tu lado, en las risas y en los lloros, las que cuando estás mal, sabes que hablando con esa persona que sabes que vas a tener miles de sonrisas detrás de una pantalla, teléfono o en su cara. Y a la larga, esas amistades, son las que sabes que van a durar toda la vida y esas, son las mejores. Las que en una tarde, te da tiempo a hacer un montón de cosas, desde reírte a carcajadas, llorar y volverte a reír a carcajadas. Y esa es la que puedes decir es mi “mejor amiga.” La que tú sabes todo de ella, que sabes cuando está mal, cuando está genial, cuando necesita un abrazo y cuando necesita que le digas todo lo genial que es, todo lo que vale, todo por lo que no puede derrumbarse, todo por lo que tiene que seguir adelante, con su sonrisa, sea falsa o no, pero es preciosa. Y no sólo las amistades buenas o las mejores son las que  llevas toda la vida con ellos, puede venir alguien con el que te lo pases el triple de bien que con ellas, con el que sepas el significado de la felicidad de que aun no conozco. Pero eso no quiere decir, que tengas que dejar las antiguas. “En tu vida puede entrar y salir quien quiera, pero si no saben si quedarse o salir, que no se queden en la puerta, que no les dejan entrar a los que verdaderamente quieren hacerlo.” 

jueves, 29 de noviembre de 2012

Fingir que no duele, duele el doble.

Alguien me dijo una vez “Fingir que no duele, duele el doble”. Tardaría mucho tiempo en darme cuenta de la razón que tenía esa frase,  pero desde que la comprendí, vivo con ella.  Pero… ¿Qué os voy a contar? Si esto nos ha pasado a todos. Todos hemos fingido que todo iba bien, nos hemos puesto una sonrisa en la cara y hemos sacado fuerzas de donde no las había para  aparentar, para que no preguntaran, porque no quedaba otra. Intentar ser feliz es complicado, cuando te das cuenta de que ya no os queda un futuro juntos, cuando ya no serás tú a la que abrace, a la que haga sonreír, cuando te das cuenta de que ya no serás tú a la que despierte a besos cada mañana o con un simple 'buenos días princesa, estabas preciosa en mis sueños', cuando te das cuenta de que a tu historia de “para siempre” le pusieron un punto final sin tú quererlo. Y te das cuenta de que tienes que ser fuerte, y seguir adelante, pero también te das cuenta de que ya no tienes razones para hacerlo. Cierras los ojos e intentas buscar una razón por lo que todo ha sucedido y por más que lo intentas no la encuentras, te sientes vacía por dentro, rota, esa pude ser la palabra. La cosa cambia cuándo estas sola, en tu habitación, las luces apagadas, tumbada en la cama, con los cascos puestos, sonando esa canción que refleja tus sentimientos en ese mismo instante, empieza a caer una lagrima de esos ojos que desde hace unos días brillan de dolor, de tristeza, tal vez de decepción, te quedas pensando que es lo que realmente está pasando, otra lagrima cae y entonces ahí es cuando te das cuenta de que eso es lo que necesitas, llorar, pasar días y días llorando en tu habitación sin ninguna compañía, excepto la de él y al saber que no va estar, que ya no va a volver te hace llorar con más fuerza, no tienes ganas de nada, te sientes sin fuerza... ¿para que seguir luchando si lo que quiero es tenerte a ti y no va a ser posible? Pero no, justo en ese momento en el que vas a mandarlo todo a la mierda, en el que tus ojos llegan a un rojo inalcanzable por haberte llevado un tiempo indefinido llorando, aparece un mensaje que dice: 'Tonta, ¿dónde estas? Te echo de menos' Sí, no es de él pero es de alguien que también te quiere y mucho, ahí es cuándo te das cuenta de que hay muchas personas que verdaderamente te valoran y te das cuentas de que el perder a una persona no te puede llevar a perder a cada una de las que verdaderamente te importan, asi que por este motivo es por el que sigo luchando día a día, mostrando tal vez sonrisas falsas, aparentando estar bien y pasando de todo, aunque por dentro esté destrozada. 

viernes, 5 de octubre de 2012

La vida son dos días y uno está lloviendo.

Me he dado cuenta de que no vale estar mal por alguien que no se lo merece, que hay que aprovechar al máximo los días con las personas que te quieren o las cosas que verdaderamente te hacen feliz porque no sabes el tiempo que vas a permanecer en ese lugar por cuestión de trabajo o por la vida en general. Que no hay que rallarse por algo que ocurrió, que si ocurrió fue por algo, que tampoco te tienes que pararte a pensar lo que puede pasar dentro de un tiempo; si no que tienes que disfrutar de ese momento, del presente, de hacer lo que creas conveniente, para recordar ese instante por lo maravilloso que fue durante el resto de tus días.

Y, ¿todo lo que fuimos dónde quedó?

¿Dónde quedó todo aquello que 'fuimos'?
Me encantaría saberlo, pero hay veces que nos hacemos preguntas y estas no pueden ser contestadas por muchas vueltas que les des e intentes buscar el mínimo sentido de por qué ocurre. Y es que a veces, cuándo te has acostumbrado a algo todo cambia en cuestión de segundos, no te da tiempo a asimilarlo y a buscar razones, no te queda otra que aceptarlo sin saber el porqué.

lunes, 23 de julio de 2012

¿Nueva rutina? Eso creo.



Rara, sí esa es la palabra que me define desde hace poco más de una semana, no sé que lo que me pasa, y lo único que sé es que ya no soy la chica de antes, esa que siempre estaba sonriendo aunque por dentro se estuviese muriendo y que su obligación era tener una sonrisa en la cara para animar a sus amigas, para hacerles ver que ningún motivo nos la puede borrar. No, ahora soy todo lo contrario a esa chica sonriente que iba por la vida haciendo cualquier cosa para que sus amigas se riesen y estuviesen bien, ahora soy una simple adolescente amargada, que no tiene ganas de nada, que intenta huir de los problemas pero no lo consigue, que intenta buscar una explicación de su estado de humor pero no la tiene, o tal vez sí. Cada día me levanto con la ilusión de que todo haya cambiado, que sea distinto, ya lo sabes, hay veces que te equivocas y quieres borrar tus errores pero es imposible. Quieres borrarlos del mapa porque la has cagado, pero se te hace imposible, las consecuencias al fin y al cabo acaban pudiendo contigo, por lo que al final eres tú quien acabas borrado del mapa por no ser tú y convertirte en eso, en un adolescente amargado.

lunes, 25 de junio de 2012

Sí, soy de esas personas que ya tienen como rutina 'echar de menos' ya sea algún momento, alguna cosa o incluso a una persona, sí a mi eso de echar de menos se me da bastante bien, y cuando digo esta frase de 'echo de menos...' no lo digo por decir, no, lo digo porque verdaderamente lo siento, porque en ese momento echo en falta algo, algo que me puede hacer feliz en ese mismo instante o que cuando estoy mal me puede ayudar a levantarme, a salir de ese problema. Ahora mismo echo de menos Rota en sí, a la gente que tengo allí: desde mi primo pequeño, mi prima Inma, Ismael, Ale, como a mi abuela, también echo de menos esos increíbles días que paso en los que suceden cosas inolvidables que los hacen ser especiales, incluso echo de menos las calles, la playa y como no, el espigón. Pero yo soy así, cambio por momentos cuando estoy aquí en Calatayud echo de menos Rota, y cuando estoy en Rota echo de menos Calatayud. Supongo que algún día me acostumbraré a ser así, porque en verdad este pequeño sentimiento me ayuda a conocer qué cosas son importantes para mi, las que quiero de verdad, las que me hacen falta día a día para seguir en este mundo, las que necesito como el aire para respirar, las que son imprescindibles. Otra cosa que echo de menos muy a menudo es Francia, sí, esa semana que fue espectacular, que no la cambiaría por nada, esa experiencia inolvidable que he pasado en la que gracias a ella he conocido a unas personas increíbles, la que me ha ayudado a conocer que en muy poco tiempo se puede coger mucho cariño a unas personas que nunca habías visto o que nunca te podías haber imaginado que llegarías a conocer. De todas formas hay veces que odio esto de echar de menos a alguien pero yo sé que en el fondo me encanta, que si esto no formara parte de mi, ya no sería yo.

sábado, 23 de junio de 2012

Hoy es uno de esos días, en los que estoy enfadada con el mundo, conmigo misma, sin ningún motivo, pero lo estoy, a lo mejor si que hay motivo, pero no lo sabes muy bien, te notas rara, desparecida, notas que no eres tú, que no eres la de siempre, esa chica  que echas de menos, y no sabes como recuperarla, como volver a ser la de siempre, y solo te sale llorar, no sabes si es de alegría o de tristeza, pero lloras. Lloras por no saber que decir, por no saber que hacer, por que a veces lo mejor es llorar, y a la vez, que te este abrazando una de tus mejor amigas, a la que sabe todo de ti, o quizá no, que te abrace y te diga: "llora, hazlo por mi " por qué sabe que llorar, para ti, significa mucho,sabe te sientes mejor contigo misma, y sabe que cuando salga por esa puerta, tendré una sonrisa, y sí, la tuve, la tuve por ella, por que estuvo ahí cuando lo pasé mal, y siempre se lo agradeceré, por qué vale, vale mucho. Y aunque sé que no lo leerá, o quizá sí, la quiero. Y ha sido un gran apoyo para mi este curso.
GRACIAS Adriana.Por qué siempre estas ahí para todo. Te quiero. (PD: Sé que te encanta esta foto.)


Soy esa persona que siempre te va a hacer sacar una sonrisa aunque sea tu peor día y aunque yo este peor que tú.

“QUE LA VIDA SON DOS DÍAS”


 Típica frase que te dicen cuando estas mal, cuando no tienes ganas de nada, cuando en cualquier momento te puedes derrumbar y no sabes si te vas a poder levantar. Pero cuando te pasa eso, están las personas que más te quieren a tu lado, aunque no sea cerca, detrás de esa pantalla que todos dicen que están, todos querríamos tener a las personas que más quieres cerca de ti, que en cualquier momento, sin saber por qué,  te den un abrazo, y te digan todo lo que te quieren, lo genial que eres, o simplemente, hacerte sentir mejor que antes, que sonrías, o simplemente, hacerles sonreír tú, decirles todo lo geniales que son, abrazarles. Toda persona necesita ese apoyo, sea de su familia, amigos, necesita a las personas que quiere cerca, se siente bien, se siente que por cual cualquier cosa puede sonreír,  ser feliz, y luego, cuando esté sólo en casa, en su habitación, se ponga a pensar, y le salga una sonrisa, una carcajada, por la que nunca deba derrumbarse. Y en el caso en el que te dejen caer, proponte que estás haciendo mal, porque no te apoyan en los momentos más difíciles para ti. Y que nunca se te olvide, SONRÍE, merece la pena. 

Y de repente pasa que te enamoras.

Es muy fácil saber cuándo estas enamorada pues es una sensación diferente a cualquier otra, te levantas con una sonrisa deslumbrante y te acuestas con esta sin tener motivo alguno.
Cuando no tienes ganas de comer a ninguna hora pues un breve cosquilleo recorre tu tripa a todas horas, cuando te pasas horas y horas tumbada en tu cama mirando al techo sonriendo como una tonta, cuando oyes música y cada una de las canciones sea cual sea te recuerdan a él. Cuando por las noches no puedes dormir y das vueltas y vueltas en tu cama esperando una señal, algún recuerdo bonito que te pueda ayudar a encontrar el sueño y siempre este recuerda está relacionado con él, cuando discutes con esa persona y empiezas a llorar como una loca, nadie te puede ayudar a que dejes de llorar, y ahí tú te das cuenta de que todo esto que sientes es muy fuerte, es la primera vez que lloras por alguien y es por amor... entonces ahí es cuando te planteas lo importante que es esa persona para tí y te pones a pensar cualquier excusa para poder hablar con él y solucionar las cosas. Cuando te pasas las horas y las horas delante de la pantalla del ordenador esperando a que se conecte, y cuando se conecta no te habla, entonces ahí es cuando estas destrozada porque tú para él no eres nada y él para ti lo es todo y entonces ahí es el momento en el que vas a tirar la toalla en el que lo vas a mandar todo a la mierda, pero no justo ahí se abre una ventana con su foto y te dice una simple frase como; 'Hola fea', sí una simple frase que en ese momento te hace estar en las nubes y pasar de estar llorando por decepción a estar llorando por alegría e ilusión, cuando tienes sueño pero estás hablando con él y no vas a dejarlo, cuando eres capaz de estar hablando horas y horas con él de varios temas y no cansarte. Sí, y por todas estas situaciones sabes que estas enamorada, que hay alguien que es más importante para ti incluso que tú mismo. Una serie de ilusiones que si no te das por vencido, puede que algún día se hagan realidad.